martes, 23 de julio de 2019

Misterioso homicidio de un empresario gay es clamado crimen de odio en Puebla


El sanguinario homicidio del empresario Jorge Abel Espinoza Ocampo, dueño del bar "Franco's" en la capital poblana, ha generado una ola de indignación entre los miembros del colectivo LGBTI de aquella entidad y ha despertado numerosas suspicacias sobre el  móvil del mismo.

"Franco", como era conocido el hombre de 55 años, pereció entre la tarde y la noche del pasado lunes 22 de julio, luego de recibir una serie de torturas en el interior de una vivienda de su propiedad, la que alquilaba a una mujer transexual de origen cubano conocida como Yosanki D.

Los primeros informes daban cuenta de un posible robo contra el empresario gay, debido a que en la vivienda faltaban diversos objetos de valor. Esto empataba con el clima de violencia e inseguridad que desde hace tres años aqueja a esta ciudad del país.

Sin embargo, la saña con la que se perpetró el homicidio hizo pensar de inmediato en un posible crimen de odio, que debido al nivel de socialización de Espinoza Ocampo, no era descartable pese a los indicios de un atraco contra su vivienda.

Tal nivel de violencia ejecutado en contra del empresario "antrero" fue resaltado por el activista Marco Antonio Moreno Rosado, abogado de la asociación México Igualitario, quién en entrevista indicó que no se debe descartar a priori un posible crimen por discriminación, aún cuando el objetivo principal de los responsables haya sido privarlo de sus pertenencias.

Posteriormente, la publicación de trascendidos en redes sociales -acusaciones de carácter no oficial en cuentas de amigos y familiares -apuntaron a una persona transexual de origen cubano, cuya actividad principal era la práctica de la Santería, además de desempeñarse ocasionalmente como "goga".

Esto se viralizó cuando el blog de internet conocido como El Blog del Narco, informó de las publicaciones de allegados a Espinosa Ocampo, que reafirman la teoría de que el asesinato fue más que el producto de un atraco que se salió de control y vuelven a poner la mira en lo vulnerables que pueden resultar los miembros de la comunidad LGBTI, incluso entre ellos mismos.

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