El Gobierno de la Ciudad de México y su cártel inmobiliario empeñados en construir condominios y plazas comerciales más rentables, destrozan la identidad de la Ciudad, destrozan el devenir histórico y el arraigo comunitario.
Imponen un modelo de Ciudad basado en criterios comerciales pero no vecinales ni culturales; así sin mayor consulta pretenden derrumbar el Foro Shakespeare, el Estadio Azul o transforman el antiguo Hermanos Vazquez de Universidad en una televisora con todo y helipuerto, cierran escuelas para levantar sofisticadas viviendas, destrozan una panadería de barrio para poner un hotel, destruyen áreas verdes para poner calles o estacionamientos o privatizan el espacio público para poner edificios innecesarios.
Al modelo de Miguel Ángel Mancera
se le conoce como 'gentrificación' es decir, encarecer la Ciudad con el
fin de sustituir a la población por una de mayor ingreso económico que
pueda pagar los servicios, la vivienda y la recreación tan cara como la
que ya vivimos en la "cedemequis".
Al final del sexenio de Mancera, los que aun vivamos aquí, en los hechos, dejaremos de ser ciudadanos o vecinos para convertirnos en consumidores cautivos del enorme Centro Comercial en que se está convirtiendo la Ciudad.
Al final del sexenio de Mancera, los que aun vivamos aquí, en los hechos, dejaremos de ser ciudadanos o vecinos para convertirnos en consumidores cautivos del enorme Centro Comercial en que se está convirtiendo la Ciudad.
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